Incontinencia Urinaria de Esfuerzo

La incontinencia urinaria de esfuerzo, o (IUE), afecta a aproximadamente 18 millones de adultos en los Estados Unidos, el 85 % de los cuales son mujeres. Generalmente, las personas que sufren incontinencia esperan entre 4 y 6 años a acudir a un profesional sanitario para tratar su afección.

Si usted padece IUE, no piense que está solo.

 

Síntomas de la incontinencia urinaria de esfuerzo

La incontinencia urinaria es la pérdida involuntaria de orina durante una actividad física, incluidas, entre otras:

  • Toser
  • Reír
  • Levantar objetos

La incontinencia se produce cuando los músculos que soportan la uretra (el tubo que lleva la orina hacia el exterior del cuerpo) están debilitados o dañados. Esto puede suceder como resultado de un parto, un traumatismo, cambios hormonales y muchas otras razones.

No es necesario que viva de este modo.

La incontinencia urinaria de esfuerzo se puede tratar con cirugía o sin ella.

 

Tipos de incontinencia urinaria de esfuerzo

Hipermovilidad (“hiper” quiere decir “en exceso” y “movilidad” se refiere al movimiento); que puede producirse por un parto, una cirugía pélvica o cambios hormonales. La hipermovilidad ocurre cuando los músculos normales del perineo no son capaces de proporcionar el soporte necesario a la uretra. Esto puede hacer que la uretra se caiga cuando se aplica presión hacia abajo, lo que provoca una pérdida involuntaria.
Anatomía de una uretra normal
Un debilitamiento de los músculos que sostienen la uretra hace que esta descienda durante las actividades físicas, lo que produce una pérdida de orina. 
La deficiencia intrínseca de esfínteres, o DIE, se refiere al debilitamiento de los músculos del esfínter en la uretra, es decir del mecanismo bloqueante. Como resultado, el esfínter no funciona normalmente, independientemente de la posición de la uretra o del cuello de la vejiga. 
 

Opciones de tratamiento

La incontinencia urinaria de esfuerzo puede tratarse de varias maneras, según la naturaleza exacta del caso y de su gravedad. Dado que el estado de la enfermedad y la anatomía varían para cada paciente, los resultados pueden variar igualmente.

Consulte a su médico para conocer las opciones de tratamiento disponibles. Usted y su médico deben hablar de lo siguiente:

  • Cambios en su dieta y rutinas de ejercicio
  • Tratamiento físico, incluido el entrenamiento de los músculos del suelo pélvico
  • Pesarios vaginales
  • Opciones quirúrgicas, entre ellas: cabestrillos de la uretra media, colposuspensión retropúbica y engrosamiento uretral